LA REGLA DE LOS 8 PASOS PARA LA ALINEACIÓN DEL EQUIPO
Nuestra colaboradora Nuria Sanchez Romanos nos presenta el cambio como signo de nuevas oportunidades. Por ese motivo hoy más que nunca, cobra especial importancia saber qué hacer y cómo para enfocar los esfuerzos hacia el desarrollo colectivo del equipo.
La coordinación entre departamentos ha de ser excelente para evitar que en la actividad diaria se respire una carga negativa que finalmente afecte a la atención y servicio que le damos al cliente. Nos interesa que éste vuelva a visitarnos, por lo que le ofrecemos y por cómo se lo ofrecemos.
En ese “cómo lo ofrecemos” tiene protagonismo el trabajo en equipo. Un equipo que en momentos de cambio ha de estar lo más alineado posible entre sus componentes, con las tareas diarias y con la empresa.
La sonrisa, la cortesía, la amabilidad, la prudencia nacen de nuestras habilidades: la orientación al cliente, la proactividad, la actitud de servicio, el pensamiento optimista, la empatía y la comunicación.
En Persapia Proyectos y Formación sabemos la importancia de dirigir nuestros pasos hacia la construcción de un equipo alineado, al que podemos entrenar en sus habilidades siguiendo la regla de:
LOS 8 PASOS PARA LA ALINEACIÓN DEL EQUIPO
- Conocer y creer en el objetivo del proyecto. Es decir, el equipo ha de sentir que la cultura de la empresa (Misión, Visión y Valores) va con ellos, de modo que es necesario comunicarla para que la conozcan.
- Estar motivado, ilusionado y formar parte de… ¿Que cómo se consigue? ¿Qué tal haciendo participar, pero de verdad y con transparencia, en el desarrollo y avance de los proyectos? Conviene dejar aportar valor en lugar de cortar las alas haciendo sentir al equipo como subempleados (lo que viene siendo dar pocas responsabilidades por la falta de confianza verdadera en él).
- Comunicar asertivamente expresando las necesidades, de forma positiva y con respeto. Eso significa, hablar aproximando posturas, compartiendo el conocimiento. Decir lo que se quiere decir, como se debe decir, en el momento apropiado, con palabras ajustadas a la intención con la que se quiere decir. (Sí, cuando es sí, no cuando es no, respetando los derechos y huyendo de las interpretaciones).
- Adaptarse y ser flexible Teniendo en cuenta lo que ambas cosas significan: ser tolerante y perseverante en el logro de objetivos a pesar de las dificultades.
- Seguir la forma de hacer y compartir lo que se sabe. Seguir es navegar remando a una, acompasados y facilitando el crecimiento a través de canales de transmisión del conocimiento.
- Tener apertura, confianza y compromiso con el equipo y su objetivo. Para estar atentos a los resultados comunes y huir de las posibles disfunciones del equipo.
- Entrenar las competencias emocionales y utilizarlas como herramientas y recursos propios. Recordando que las competencias son habilidades puestas al servicio de las tareas que persiguen los objetivos.
- Valorar, revisar y celebrar. Poner en valor, hacer el ya conocido seguimiento, y pase lo que pase encontrar logros que celebrar (por pequeños que sean).
Como decía antes, podemos entrenar nuestras habilidades y las de los equipos. Y es necesario hacerlo cuanto antes para adaptarnos a los cambios presentes y a los que están por venir.
De ahí la relevancia de aprovechar modelos formativos que ofrezcan métodos de aprendizaje orientados al cambio del cambio y al crecimiento personal y profesional como los que ofrecemos en Persapia. El equipo y los clientes lo agradecerán ya que les estaremos aportando ese valor diferencial intangible y emocional llamado Excelencia.
Aquí podemos ver imágenes de la formación realizada para nuestro cliente 5 Pino, que invierte en potenciar las habilidades de su equipo, alinearlo y motivarlo.